Ruta del Alto Penedés
Vilafranca del Penedés, Sant Sadurní d´Anoia y alrededores
El Alto Penedés es, junto con el Bajo Penedés, el corazón de los vinos con Denominación de Origen Penedés. Tierra vitivinícola desde hace siglos, la comarca acoge múltiples bodegas dignas de ser visitadas. En este sentido, son especialmente destacables las ciudades de Sant Sadurní d’Anoia, considerada la capital española del cava, y Vilafranca del Penedés, capital de la comarca, que acoge un centro museístico especializado en viticultura.
El clima del Alto Penedés es suave gracias a la sierra Prelitoral, que protege la comarca de los efectos de una climatología continental más rigurosa. También es importante la influencia del mar Mediterráneo, que llega a la comarca por la limitada altura de las montañas de la sierra del Litoral. Esta zona goza de precipitaciones más frecuentes y de mayor contraste entre temperaturas máximas y mínimas. El suelo es rico en fósforo, bajo en potasio y con predominio de piedra caliza y arcilla.
Predomina en esta región la producción del mejor cava del mundo. Además, son famosos sus vinos blancos, vinos ligeros, aromáticos y de poco cuerpo. También se produce vino de aguja y rosado y cuenta con una pequeña producción de vino tinto.
La fuerte tradición vitivinícola de la comarca pone al alcance del visitante un amplio abanico de actividades enoturísticas. Desde rutas a caballo, en bicicleta de montaña, en coche o a pie para recorrer el territorio e ir parando en cualquiera de las bodegas repartidas por el territorio, hasta catas de vinos y visitas guiadas ofrecidas por los propios enólogos.
El vino también está presente en algunas de las celebraciones de la comarca, como la Fiesta del Mosto de Santa Margarita dels Monjos o el Cavatast en Sant Sadurní d’Anoia, al que vale la pena asistir. Ahora bien, en cuanto a tradiciones, la Castellera es una de las más arraigadas y vividas en la comarca.
Bodegas en ruta
Dónde comer
Dónde dormir
Qué visitar
Vilafranca del Penedés
Podemos empezar nuestra estancia en Vilafranca visitando el VINSEUM, Museo de la cultura del vino de Cataluña, para adentrarnos en el mundo del vino. Descubre el vino y su cultura a través de su historia.
Posteriormente y para ir abriendo el apetito podemos seguir una de las rutas de la ciudad que nos van a mostrar la historia de la ciudad.
La modernista, que permite conocer el impacto de este movimiento cultural de finales del siglo XIX, a partir de nuevos símbolos de progreso y modernidad que aportó esta innovadora tendencia, y la medieval, en la que destacan el Palacio Real, donde murió el rey Pedro III el Grande, y el Palacio Baltà, cuya tradición dice que fue el escenario en el que se firmó la Concordia de Vilafranca en 1461, uno de los desencadenantes de la guerra civil que enfrentó a la corona y la Generalitat en el siglo XV.
El ayuntamiento es de orígen medieval y de origen gótico civil del siglo XIV.
La Casa de la Fiesta Mayor es un edificio público construído en 1913 como mercado de gallinas y más tarde se utilizó como mercado de pescado. Tiene una planta hexagonal adaptada al desnivel del terreno y una cubierta de pabellón. Las ventanas están enmarcadas por un perfil de mahón visto propio de edificios industriales modernistas. Actualmente acoge una exposición permanente de figuras y elementos folclóricos de la fiesta.
La Casa Miró es de 1905 y es una de las mejores obras del modernismo vilafranquino. Los interiores de la casa se visitan con la ruta guiada del modernismo.
La cripta de la Basílica de Santa María es una pieza extraordinaria de la escultura modernista. Es el primer edificio parroquial de Cataluña edificado en estilo gótico y sigue las pautas constructivas de las iglesias catalanas de nave única. Se trata de un edificio gótico construido encima de una antigua capilla románica. La fachada principal se inició en el siglo XV siguiendo las pautas del gótico, pero ha sufrido a lo largo de la historia varias intervenciones, la más reciente a principios del siglo XX.
La portada de Santa María, en la fachada lateral, era la puerta primitiva de la basílica y todavía conserva restos de pinturas murales del siglo XIV situadas en las dovelas del arco de medio punto. Es de tradición románica tardía y es de finales del siglo XIII.
Del edificio destacan algunas singularidades, como la gran variedad de gárgolas, situadas en medio de los contrafuertes y que adoptan formas de animales fantásticos o reales. Destacan también las numerosas esculturas situadas en la parte exterior, justo debajo de la línea de la cubierta, en forma de cabezas humanas, masculinas y femeninas, que podrían representar a los protectores de la nueva iglesia.
El campanario, parte de la Basílica de Santa María con personalidad propia, ofrece cada sábado del verano la posibilidad de ser visitado mientras el sol se pone. La visita guiada termina con un copa de vino (cortesía de las bodegas vilafranquinas) para ser testigos de la puesta de sol.
El cementerio de Vilafranca permite pasear por sus tranquilas calles, admirando tumbas y mausoleos, y también la construcción y los elementos ornamentales. Una visita que permite recorrer la historia de Vilafranca por uno de los pocos signos colectivos en recuerdo de los difuntos.
Su construcción coincide con el inicio de las corrientes románticas del siglo XIX y contiene obras de arquitectos reconocidos como Santiago Güell, August Font o Antoni Pons.
Vilafranca del Penedès es por mérito propio la plaza más castellera ya que es en la genuina plaza de la Vila donde se han podido ver las actuaciones de castells más importantes de la historia. Vive la aventura de los castells (torres humanas), que confirma el tópico de que la unión hace la fuerza. Los castells, declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
En Vilafranca del Penedès se organizan mercados desde la época medieval. Antiguamente había una ubicación concreta para la venta de cada producto. Actualmente, el mercado ambulante de los sábados por la mañana cuenta con más de 200 paradas que se distribuyen por el centro de Vilafranca, paradas de todo tipo que atraen tanto a público de la comarca como de otros lugares de Cataluña.
Son conocidas las recetas de gallo o pato asado con peras o ciruelas y no hay que perderse la Muestra Gastronómica de Cocina de Aves de Corral que se celebra durante la Feria del Gallo. También se pueden probar los excelentes embutidos artesanales, sabrosas ensaladas condimentadas con el xató de Vilafranca, conejo y ternera con setas y recetas de pescado de la vecina costa del Garraf. Y, además, encontramos melocotones y cerezas, que crecen cerca de los viñedos, y una excelente repostería, como las famosas coques de Vilafranca, las catànies o los deliciosos turrones artesanales de la temporada navideña.
Si preferieren un poco más de actividad física os invitamos a pasear por la montaña de Sant Pau, lugar emblemático de la ciudad y mirador incomparable, o bien a recorrer alguno de los paseos que salen de Vilafranca para visitar lugares con un alto atractivo paisajístico o histórico.
En Sant Pau, además, se encuentra el mirador Miravinyes. Miravinya es una propuesta que te descubre Penedès, y lo hace en forma de ruta en coche por cinco miradores. Cada uno de ellos con sus particularidades.
Castellví de la Marca
El municipio mantiene su carácter rural, y debe su nombre a la posición de frontera en la Marca Hispánica. Su actividad principal es la agricultura, con predominio de la vid, de la que se extraen vinos de gran calidad en varias bodegas del municipio. En Castellví de la Marca se pueden localizar distintos monumentos y casas de interés histórico y artístico. Coronando el pueblo se encuentran los restos de la antigua capilla de San Miguel, que se encuentra anexa a los restos del castillo medieval, que ofrece una amplia panorámica que se pierde hasta los confines del mar, dominando las tierras llanas del Alto y Bajo Penedés.