Parés Baltà

La calidad de un vino comienza en la viña y la misión del enólogo es mimar y transferir toda esa calidad de la viña a la botella.
En Parés Baltà creemos que cada vino debe expresar las singularidades del lugar donde han crecido sus uvas. Disfrutamos de un patrimonio único que tiene una gran influencia en nuestros vinos y nos gustaría compartir algunos de sus secretos:

En Parés Baltà cultivamos los viñedos de forma ecológica, sin uso de ningún tipo de herbicidas, pesticidas ni abonos químicos. Para el abonado tenemos nuestras ovejas que después de la vendimia, pastorean por los viñedos comiendo las hierbas y al mismo tiempo fertilizando.

También tenemos nuestras abejas, cuya finalidad es ayudar en la polinización durante la floración de las uvas y transmitir a las uvas toda la influencia del entorno mediterráneo donde crecen las cepas. En el cultivo ecológico es muy importante aplicar los tratamientos en el momento adecuado. En las variedades de uvas más sensibles a las enfermedades, realizamos una poda en verde aumentando la aireación de las uvas y su exposición al sol.

También practicamos la vendimia en verde, quitando uvas antes de que maduren, después del envero. La finalidad de esta práctica es que las uvas que queden tengan el máximo carácter y personalidad. Esto se consigue a costa de tener producciones bajas. En algunas variedades y dependiendo de la climatología de las añadas, como por ejemplo la garnacha que utilizamos en el Hisenda Miret, hemos llegado a tener que quitar más de un 50% de la uvas.

Una parte del viñedo se cultiva en terrazas centenarias, que habían sido prácticamente abandonadas, debido a que su cultivo era mucho más costoso y que poco a poco se han ido recuperando.

Estas terrazas son bastante estrechas y siguen la orografía del terreno, siendo en la mayoría de casos muy curvadas y de forma irregular. Estas terrazas están rodeadas de naturaleza y a nivel de cultivo orgánico están aisladas de forma natural de la influencia del cultivo de viñedos vecinos.

Tenemos conejos, zorros, águilas perdigueras, jabalíes, quienes son auténticos gourmets; comen sólo las uvas más maduras, lo cual nos indica que pronto hay que vendimiar.

No utilizamos ningún sistema de riego, la única agua que reciben las cepas proviene de la lluvia.

Siguiendo nuestro espíritu innovador, en 2010 comenzamos nuestros estudios teóricos sobre la agricultura biodinámica, que después aplicaríamos en los viñedos.

En 2011 se utilizaron los primeros compuestos en algunas parcelas experimentales. Un año más tarde, los excelentes resultados nos animaron a ampliar la experiencia a toda la viña.

La agricultura biodinámica busca aportar la máxima vitalidad, auto-equilibrio y armonía a la viña y para ello se trabaja con una serie de preparados biodinámicos y homeopáticos que ayudan a transmitir las influencias del cosmos al viñedo, hecho que se traduce en una alta fertilidad y un control de plagas de forma natural.

Es una agricultura basada en la biodiversidad y en la astronomía (no en la astrología).

Hace 2.000 años, los íberos utilizaron la arcilla de las montañas del Foix para elaborar ánforas… Ahora tomamos su legado para fermentar nuestro vino natural en ánforas elaboradas con arcilla procedente de nuestros viñedos plantados en las montañas del Foix.

Un vino natural significa que está hecho con el mínimo de intervención humana, química y tecnológica en el cultivo de la vid y la elaboración en vino. En sentido estricto, los vinos naturales son aquellos que se producen naturalmente sin añadir ni quitar nada durante su elaboración. Un vino natural es aquel elaborado con la mínima intervención humana, química y tecnológica tanto en el viñedo como en la bodega.

Tras cosechar a mano las uvas de nuestras viejas vides de Xarel·lo, el vino surge de una fermentación alcohólica natural en ánforas de barro, cuya porosidad provoca una hiperoxidación que hace precipitar todas las partículas oxidables. El resultado es un vino limpio y cristalino.